La voz de la naturaleza


Raquel Nogueira

Publicada8 enero 202517:00h

La contaminación, las presas, la agricultura y las especies invasoras están acabando con la fauna de agua dulce. Un análisis exhaustivo de más de 23.000 especies que viven en ríos y lagos revela que estas amenazas sitúan al 24% de ellas en peligro de extinción

La visión que se tiene de ríos, arroyos, lagos, humedales, estanques, pantanos y manantiales está distorsionada.

Publicado en la revista Nature en la tarde del 8 de enero, el estudio liderado por la investigadora de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), Catherine Sayer, urge a los países a abordar las amenazas que precipitan la desaparición de fauna y su consiguiente pérdida de servicios de los ecosistemas. Y es que, como explica la autora, el agua dulce es «hogar de más del 10% de las especies conocidas».

2024 ha batido el récord de calor alcanzado en 2023, convirtiéndose en el año más caluroso desde 1850, cuando comenzaron a tomarse mediciones. Así lo asegura el informe anual que publica este viernes el Servicio de Cambio Climático de Copernicus, y que recoge además otros registros que hacen de 2024 un año particularmente negativo en lo que respecta a la crisis climática.

La temperatura media durante 11 de sus 12 meses sobrepasó el objetivo establecido en el Acuerdo de París.

Ha sido además un año con numerosos fenómenos meteorológicos extremos en todo el mundo, desde tormentas severas e inundaciones hasta olas de calor, sequías e incendios forestales. De hecho, tanto el informe anual climático de Copernicus como el de otros organismos como la NASA, la NOAA, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) o el Met Office británico -que publicarán sus análisis a lo largo de este viernes-, llega la misma semana en la que California sufre uno de los peores incendios de su historia, azuzado por vientos muy fuertes, y amplias zonas de EEUU han hecho frente a unas nevadas históricas.

Se sabe que pequeños insectos pueden realizar migraciones extraordinarias, pero a menudo resulta difícil de documentar científicamente estos desplazamientos por la falta de pruebas. En el caso de la mariposa cardera (Vanessa cardui), científicos españoles estuvieron 10 años investigando para demostrar que tres ejemplares encontrados en la Guayana Francesa en 2013 habían cruzado volando el océano Atlántico. Sin embargo, en otras ocasiones, basta un golpe de suerte para validar un viaje asombroso. 

Encuentran un ejemplar de ‘Parantica sita’, marcado cuatro meses antes por entomólogos japoneses, que supone un nuevo récord de distancia para la especie.

Esto es lo que le pasó el pasado 21 de diciembre a Yuet Fung Ling, investigador postdoctoral de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Hong Kong, al atrapar una mariposa tigre castaño (Parantica sita), un raro lepidóptero asiático, mientras capturaba especímenes en la Bahía Repulse, al sur de la isla. El ejemplar que encontró tenía en una de sus alas una pegatina con caracteres japoneses y la fecha de 18 de agosto. Como pudo comprobar más tarde, este insecto había sido etiquetado y liberado cuatro meses antes en Fukushima (Japón), a 3.000 kilómetros de distancia.

Alimentar al ganado vacuno de pasto con un suplemento de algas en forma de gránulos reduce las emisiones de metano de estas vacas en casi un 40% sin afectar a la salud ni al peso del animal, lo que podría ser una solución para disminuir la contribución de este sector al cambio climático.

El metano es un gas de efecto invernadero más potente que el C02.

El ganado es responsable del 14,5 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, y la mayor parte de ellas proceden del metano que el ganado libera al expulsarlo.

La región conocida como el Gran Mekong abarca seis países que atraviesa el río del mismo nombre: Camboya, Laos, Birmania, Tailandia, Vietnam y China. En esta zona, un punto caliente de la biodiversidad, organizaciones ecologistas revelaron que se descubrieron 163 especies tan solo en el 2015, con las que suman 2409 en total desde 1997.

Un erizo con colmillos de vampiro o una serpiente con escamas que parecen largas pestañas son parte de las 234 especies de animales y plantas descubiertas.

La gran región del Mekong es un imán para los científicos especializados en la conservación debido a la increíble diversidad de especies que siguen siendo descubiertas aquí. Estos científicos, los héroes desconocidos de la conservación, saben que están en una carrera contra el tiempo para asegurar que estas especies recién descubiertas estén protegidas.

Los chimpancés pueden aprender una nueva habilidad al observarse mutuamente, lo que se conoce como aprendizaje socialLos hallazgos sugieren que los chimpancés pueden tener la capacidad para la evolución cultural acumulativa, lo que se consideraba como una ‘característica exclusivamente humana’.

El estudio del comportamiento animal ofrece una ventana única para explorar los orígenes y la naturaleza de la cultura.

La investigación sobre el aprendizaje social en chimpancés no solo arroja luz sobre la capacidad de estos simios para adquirir habilidades complejas, sino que también ofrece importantes implicaciones para nuestra comprensión de la cultura humana y el comportamiento animal en general.

Los resultados revelan que los chimpancés pueden aprender habilidades sofisticadas al observar a sus congéneres, lo que sugiere paralelismos sorprendentes con el aprendizaje social humano, no descritos hasta la fecha.

La pérdida de biodiversidad, la escasez del agua, la seguridad alimentaria, la salud y el cambio climático están interrelacionados hasta tal punto que la mala situación de uno arrastra al resto en una reacción en cascada. No solo eso, son capaces de retroalimentarse en esos efectos adversos.

El último informe de IPBES, un grupo de expertos de la ONU, advierte de que las crisis medioambientales, sociales y económicas interactúan y se agravan mutuamente.

Para evitar esas consecuencias indeseadas es fundamental que las medidas adoptadas por los diferentes gobiernos y organizaciones no se tomen de forma aislada, una práctica común en la actualidad, porque “los esfuerzos por separado resultan ineficaces y contraproducentes, solucionan un problema y provocan otro”, indica un informe de la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) publicado este martes. Este informe proporciona evidencias científicas a los países de una situación que no era desconocida, pero no se había estudiado de forma global.

En las profundidades del océano, donde la vida parece escasa y la presión es extrema, ocurre un proceso asombroso que pasa desapercibido. Las ballenas, esos majestuosos cetáceos, no sólo son esenciales para la biodiversidad marina, sino que también tienen un impacto crucial en la salud del planeta.

Las heces de ballena son únicas porque contienen hasta siete veces más nutrientes que el agua de mar circundante.

Aunque pocos lo saben, el papel de las ballenas va más allá de ser simples habitantes del océano. Un estudio ha sacado a la luz cómo estos animales contribuyen a la reducción de dióxido de carbono en la atmósfera.

El otoño empezó en España con un septiembre frío, algo que en tiempos de cambio climático empieza a ser ya bastante raro. En lo que iba de año 2024 hasta entonces, solo junio había sido frío, lo que rompió una larga racha de meses cálidos encadenados que duraba desde abril de 2022. Septiembre volvía a marcar temperaturas más bajas de lo normal, pero eso duró poco. Octubre fue cálido y en noviembre llegó el petardazo: fue el más cálido desde el comienzo de la serie en 1961. En conjunto, este otoño ha sido una estación muy cálida y desde hace 14 largos años no se ha registrado en España ningún otoño con temperaturas por debajo de lo normal.

 A pocos días de que acabe 2024, este año se coloca como el tercero más cálido desde que hay registros en España.

¿Qué tiempo va a hacer esta Navidad (y el resto del invierno)?

“La tendencia a causa del cambio climático es a otoños cada vez más cálidos y muchos de ellos llegan a ser una prolongación del verano”, ha subrayado este jueves el portavoz de la Aemet, Rubén del Campo, durante la presentación del balance estacional y de la predicción para el invierno. “El último otoño frío fue el de 2010 y el resto, salvo tres normales, han sido todos o cálidos o muy cálidos o extremadamente cálidos”, ha precisado Del Campo a preguntas de este diario.

Jorge Rey, conocido por su habilidad para prever fenómenos climáticos utilizando métodos tradicionales, ha vuelto a sorprender con una afirmación insólita: los peces pudieron predecir la última DANA que azotó distintas localidades de Valencia.

 En Valencia, los peces y los animales de la tierra notaron un cambio que dejó una tragedia histórica.

Rey, quien se ha hecho popular por su uso del método de las cabañuelas, sostiene que ciertos comportamientos animales, como los de los peces, pueden anticipar eventos climáticos extremos. Según explica, antes de la llegada de la DANA, los peces en algunos ríos y embalses comenzaron a mostrar un patrón de movimiento inusual: se agruparon cerca de la superficie y se desplazaron de manera más errática de lo habitual. Este comportamiento, asegura Rey, es una señal de que detectaron cambios en la presión atmosférica y la temperatura del agua, precursores de fenómenos meteorológicos intensos.