A las faldas de La Malinche, uno de los volcanes más antiguos de México, Juan Simón Angoa asegura que siembra y cosecha 16 razas nativas de maíz. Su madre, antes de fallecer, le dio como herencia una caja con esas semillas y ahora dedica su vida a preservarlas en sus tierras en la localidad de San Juan Ixtenco, en el Estado de Tlaxcala. Desde hace ocho años, la fotógrafa mexicana Malena Díaz, oriunda de esta región, acompaña y documenta el trabajo de Angoa, que forma parte de los llamados “guardianes del maíz”, por las prácticas tradicionales y el conocimiento ancestral que han sabido mantener.

Una exposición de fotografía rinde homenaje a la manera de cultivar y preservar este cereal por parte de una familia en la localidad de San Juan Ixtenco.
El trabajo de esta artista se condensa en La Trenza, una serie fotográfica —expuesta en el Instituto Cultural de México en España hasta el 20 de febrero— que rinde homenaje a la cultura e identidad que se entreteje en torno al maíz y a la diversidad de sus formas, tamaños y colores.