El asunto que nos ocupa tiene que ver con el gran cambio que ya se está produciendo a nivel global y que hemos denominado Transición de la Humanidad a un Mundo Nuevo, un futuro posible y cercano al que ya nos hemos referido ampliamente y que ahora resumimos…
EN CUATRO PALABRAS (extraído del manifiesto Por un Mundo Nuevo, contenido en los dos Videos adjuntos) por Félix Gracia.
“Creo, en verdad, que ese futuro ya existe como posibilidad, pero se construye en el presente y es fruto de nuestra voluntad y trabajo. El “partido”, en efecto, “se juega aquí”, donde estamos y como somos; en el mundo presente, por y en nosotros, sin que sobre nadie. Y digo bien: sin que sobre nadie; pues toda vida humana cualquiera que sea su sesgo cumple una necesaria función en el Plan.
Y, puesto que el escenario y los actores/creadores de la obra están aquí; si aquí se “juega el partido”…, entonces también aquí se da el RESULTADO; es decir, ese “mundo nuevo” querido y buscado… Por tanto, y con un íntimo sobrecogimiento al pronunciarlo, me atrevo a afirmar que el “mundo nuevo” no es otro lugar ni una experiencia de otra vida o pos mortem, sino otra manera de vivir en el que estamos.
En eso (y ningún otro formalismo ni dogma) consiste el cumplimiento de la Ley que rige y gobierna la Evolución. El requisito imprescindible para alcanzar ese “mundo nuevo” de las profecías donde “no existe ni el dolor ni la muerte”; sencillamente porque tales experiencias humanas pertenecen al “mundo viejo” crepuscular (el anterior) que por Ley y agotado su tiempo, comienza a desaparecer en favor de uno nuevo que presentimos rodeado de evocaciones paradisíacas; como un renacer en la versión más elevada y noble de nosotros mismos.
Un mundo posible, ciertamente, pues está concebido o diseñado en el guión de la Evolución. Y, además de posible, también REAL, si así lo decidimos; si hacemos de él un PROPÓSITO, que además de voluntad firme implica permanencia mientras dura el presente crepúsculo o tránsito del viejo mundo actual, al Mundo Nuevo que queremos. Un viaje, en verdad, de evocaciones épicas a semejanza del protagonizado por Ulises en su regreso a Ítaca. Un cambio de Paradigma Mundial o de modelo de civilización, de Era (o como queramos llamarlo) que incluye y afecta a áreas como el clima, las fuentes de energía y el medio ambiente, la economía, la geopolítica, la demografía, las nuevas tecnologías y la sociedad en general; lo cual implica un cambio radical que afecta a todo cuanto constituye las bases del presente Paradigma en toda su dimensión, tanto laica como religiosa. Es decir, un cambio de valores, de ética, de conciencia, de actitud, de manera de relacionarse, de ser y de estar en el Mundo y con uno mismo… Como respuesta ante una crisis global que amenaza, no ya la calidad de vida, sino incluso la supervivencia. Un verdadero reto para esta humanidad presente, cuyo primer paso consiste en elegir qué modelo o tipo de Mundo queremos hacer real ante tanta oferta posible…, sobre qué bases edificarlo.
Esto es así, y así será, porque así parece estar escrito en el guión de la Vida. Por tanto, alguien lo hará…
Sí, alguien lo hará, sin duda. ¿Quién? Pues aquellos que así lo sientan en su corazón, ellos conforman el equipo, previsto y esperado, en el que cabemos todos los “tocados” por esa varita mágica que llamamos intuición de un Mundo Nuevo. Ahí queremos estar y ahí estamos nosotros, esperándote.
Súmate a esta iniciativa. Participa
Apoya la iniciativa
Puedes estar tranquilo: por apoyar esta iniciativa no vamos a pedirte nada a cambio. No vamos a enviarte mensajes publicitarios ni solicitar suscripción alguna pues Oikosfera es y será siempre una revista de libre acceso..
El asunto que nos ocupa tiene que ver con el gran cambio que ya se está produciendo a nivel global y que hemos denominado Transición de la Humanidad a un Mundo Nuevo, un futuro posible y cercano al que ya nos hemos referido ampliamente y que ahora resumimos…
EN CUATRO PALABRAS (extraído del manifiesto Por un Mundo Nuevo, contenido en los dos Videos adjuntos) por Félix Gracia.
“Creo, en verdad, que ese futuro ya existe como posibilidad, pero se construye en el presente y es fruto de nuestra voluntad y trabajo. El “partido”, en efecto, “se juega aquí”, donde estamos y como somos; en el mundo presente, por y en nosotros, sin que sobre nadie. Y digo bien: sin que sobre nadie; pues toda vida humana cualquiera que sea su sesgo cumple una necesaria función en el Plan.
Y, puesto que el escenario y los actores/creadores de la obra están aquí; si aquí se “juega el partido”…, entonces también aquí se da el RESULTADO; es decir, ese “mundo nuevo” querido y buscado… Por tanto, y con un íntimo sobrecogimiento al pronunciarlo, me atrevo a afirmar que el “mundo nuevo” no es otro lugar ni una experiencia de otra vida o pos mortem, sino otra manera de vivir en el que estamos.
En eso (y ningún otro formalismo ni dogma) consiste el cumplimiento de la Ley que rige y gobierna la Evolución. El requisito imprescindible para alcanzar ese “mundo nuevo” de las profecías donde “no existe ni el dolor ni la muerte”; sencillamente porque tales experiencias humanas pertenecen al “mundo viejo” crepuscular (el anterior) que por Ley y agotado su tiempo, comienza a desaparecer en favor de uno nuevo que presentimos rodeado de evocaciones paradisíacas; como un renacer en la versión más elevada y noble de nosotros mismos.
Un mundo posible, ciertamente, pues está concebido o diseñado en el guión de la Evolución. Y, además de posible, también REAL, si así lo decidimos; si hacemos de él un PROPÓSITO, que además de voluntad firme implica permanencia mientras dura el presente crepúsculo o tránsito del viejo mundo actual, al Mundo Nuevo que queremos. Un viaje, en verdad, de evocaciones épicas a semejanza del protagonizado por Ulises en su regreso a Ítaca. Un cambio de Paradigma Mundial o de modelo de civilización, de Era (o como queramos llamarlo) que incluye y afecta a áreas como el clima, las fuentes de energía y el medio ambiente, la economía, la geopolítica, la demografía, las nuevas tecnologías y la sociedad en general; lo cual implica un cambio radical que afecta a todo cuanto constituye las bases del presente Paradigma en toda su dimensión, tanto laica como religiosa. Es decir, un cambio de valores, de ética, de conciencia, de actitud, de manera de relacionarse, de ser y de estar en el Mundo y con uno mismo… Como respuesta ante una crisis global que amenaza, no ya la calidad de vida, sino incluso la supervivencia. Un verdadero reto para esta humanidad presente, cuyo primer paso consiste en elegir qué modelo o tipo de Mundo queremos hacer real ante tanta oferta posible…, sobre qué bases edificarlo.
Esto es así, y así será, porque así parece estar escrito en el guión de la Vida. Por tanto, alguien lo hará…
Sí, alguien lo hará, sin duda. ¿Quién? Pues aquellos que así lo sientan en su corazón, ellos conforman el equipo, previsto y esperado, en el que cabemos todos los “tocados” por esa varita mágica que llamamos intuición de un Mundo Nuevo. Ahí queremos estar y ahí estamos nosotros, esperándote.
Súmate a esta iniciativa. Participa
Apoya la iniciativa
Puedes estar tranquilo: por apoyar esta iniciativa no vamos a pedirte nada a cambio. No vamos a enviarte mensajes publicitarios ni solicitar suscripción alguna pues Oikosfera es y será siempre una revista de libre acceso..