Son nuestros enemigos letales, los máximos depredadores de la humanidad. Al propagar enfermedades como el dengue, la malaria, el virus del Nilo, la fiebre amarilla, el zika, el chikungunya y la filariasis linfática, causan alrededor de un millón de muertes al año, más que cualquier otra criatura en el mundo.

La naturaleza ha tenido millones de años de prueba y error para desarrollar estructuras y métodos aparentemente contraintuitivos.
Y, sin embargo, en sus antenas quizás se esconda nuestra salvación. “Los mosquitos podrían inspirar nuevas formas de detectar desastres naturales como terremotos y tsunamis”, cuenta a SINC el ingeniero civil Pablo Zavattieri.
182 Me gusta