Alimentar al ganado vacuno de pasto con un suplemento de algas en forma de gránulos reduce las emisiones de metano de estas vacas en casi un 40% sin afectar a la salud ni al peso del animal, lo que podría ser una solución para disminuir la contribución de este sector al cambio climático.
El metano es un gas de efecto invernadero más potente que el C02.
El ganado es responsable del 14,5 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, y la mayor parte de ellas proceden del metano que el ganado libera al expulsarlo.
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