El lince ibérico ha vivido duros años en España. A punto han estado de extinguirse y su reintroducción en determinados ecosistemas de la Península Ibérica ha sido todo un milagro para el ecosistema. Estos felinos no solo han vuelto a la escena de la mejor manera, sino que están desempeñando un papel crucial en la protección de otra de las especies más amenazadas.
Gracias a la presencia de este felino, también muy estimado en el país, estas aves pueden habitar en algunos de nuestros enclaves.
Se trata de un fenómeno fascinante, de doble carambola, que no muchas veces ocurre. Y es que el lince ibérico protege al urogallo, otras de las especies más amenazadas de nuestro país, evitando que otros depredadores de las principales zonas donde viven terminen con su existencia.
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