Los Gobiernos de todo el mundo gastaron el año pasado alrededor de 620.000 millones de dólares a subsidios para uso de combustibles fósiles, lo que supone casi nueve veces más que los 70.000 millones destinados a apoyo a inversiones en energías limpias orientadas a los consumidores.
Los países distribuyen nueve veces más ayudas para combustibles fósiles que para energías renovables.
Esas cifras aparecen en el informe ‘Estrategias para transiciones de energía limpia asequibles y justas’, elaborado por la Agencia Internacional de la Energía (AIE). Este documento indica que acelerar el paso a tecnologías de energía limpia mejora la asequibilidad de la energía y puede aliviar las presiones sobre el coste de vida en general.
Subraya que poner al mundo en camino de alcanzar las cero emisiones netas para 2050 requiere una inversión adicional, pero también reduce los costes operativos del sistema energético global a más de la mitad durante la próxima década en comparación con una trayectoria basada en la configuración política actual. El resultado neto es un sistema energético más asequible y justo para los consumidores.
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