Árboles y plantas son capaces de evitar la propagación del ruido y de absorberlo, y «meter» la naturaleza en las ciudades nos permitirá disfrutar también de sus sonidos y, por ende, mejorar nuestra salud, de ahí la importancia de naturalizar las urbes.
Los sonidos de la naturaleza son beneficiosos para nuestra salud.
Por contra, los sonidos de la naturaleza son beneficiosos para nuestra salud, pues está comprobado que disminuyen el dolor, reducen el estrés y mejoran nuestro estado de ánimo y rendimiento cognitivo, entre otros aspectos, según la revisión de 36 estudios sobre salud y sonidos naturales llevada a cabo por investigadores de Estados Unidos y Canadá.
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