La desigualdad económica y social sigue siendo uno de los mayores desafíos globales. A pesar de los avances en diversos ámbitos, la pobreza persiste en muchas regiones de África, Asia e Iberoamérica. Las brechas existentes nos llevan a preguntarnos: ¿se están implementando estrategias verdaderamente eficaces para reducir estas desigualdades?

Un primer paso fundamental para combatir la pobreza es comprender las barreras específicas que enfrentan las comunidades.
En África, que alberga el 13% de la población mundial, el 33% de las personas viven en situación de pobreza, consolidándose como el continente con mayores dificultades económicas. Asia, por su parte, presenta una paradoja: si bien alberga algunas de las economías más ricas del mundo, también enfrenta desigualdades profundas que impactan a millones de personas.
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