Microplásticos por todas partes. En los últimos 20 años se ha documentado su presencia en los estómagos de animales tan dispares como anchos, gaviotas o delfines, hasta 1300 especies, contando los humanos, que además también los acumulan en sus mismos testículos.
Los investigadores han diseñado un método para atraparlos a través de nanopartículas y un imán de corriente capaz de depurar aguas.
Microplásticos por todas partes. En los últimos 20 años se ha documentado su presencia en los estómagos de animales tan dispares como anchos, gaviotas o delfines, hasta 1300 especies, contando los humanos, que además también los acumulan en sus mismos testículos.
En el agua son omnipresentes: un estudio de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y la Universidad de Alcalá (UAH) los detectó en el agua corriente de ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia. A más población, más proporción de microplásticos, además.
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