Las generaciones más jóvenes están más comprometidas que nunca en la lucha contra la crisis climática. Han crecido en un mundo donde los efectos del cambio climático ya no son un problema lejano, sino una realidad que amenaza sus vidas. Esta conciencia ambiental los ha convertido en los principales defensores de un cambio profundo en nuestras políticas energéticas. Para ellos, la transición hacia un modelo energético basado en energías renovables no es solo una prioridad ecológica, es también una oportunidad para transformar la sociedad y la economía.
Resulta alentador ver que la juventud comparte una visión común en temas fundamentales para el futuro.
Las generaciones más jóvenes están más comprometidas que nunca en la lucha contra la crisis climática. Han crecido en un mundo donde los efectos del cambio climático ya no son un problema lejano, sino una realidad que amenaza sus vidas. Esta conciencia ambiental los ha convertido en los principales defensores de un cambio profundo en nuestras políticas energéticas. Para ellos, la transición hacia un modelo energético basado en energías renovables no es solo una prioridad ecológica, es también una oportunidad para transformar la sociedad y la economía.
Esta sensibilidad se refleja de manera evidente en el proyecto de participación ciudadana ‘El futuro es energía’, donde se ha escuchado a más de 8.000 personas jóvenes de toda España sobre la transición energética. Los resultados reflejan una posición contundente: no solo apoyan de manera abrumadora la necesidad de abandonar los combustibles fósiles, sino que exigen una acción más ambiciosa por parte de los gobiernos. La juventud identifica claramente que las políticas actuales no son suficientes para mitigar el impacto del cambio climático y proteger el futuro.
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