Achim Steiner (Carazinho, Brasil, 62 años), el máximo responsable del Programa de Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD) recibe a este diario en la planta 21º de su sede en Nueva York. Desde su despacho se puede divisa un mar de coches oficiales cruzando Manhattan con escolta policial. Son los mandatarios que asisten a la Asamblea General de la ONU para tratar de arreglar un mundo en guerra, crecientemente desigual y asfixiado por la emergencia climática, en el que los que menos tienen pagan el precio más alto de lo que en la jerga diplomática llaman ahora “policrisis”.
Los datos indican que los avances en desarrollo del pasado se estancan o retroceden.
Los datos indican que los avances en desarrollo del pasado se estancan o retroceden. “Mucha gente siente una profunda incertidumbre sobre el futuro, mientras la política se deteriora y adquiere mayor confrontación y polarización, lo que a su vez socava nuestra capacidad para resolver los problemas. Estamos en un momento difícil”, asegura, mientras advierte a los países ricos que dejar de invertir en el desarrollo de los más pobres supone alimentar la inestabilidad global. “Es un momento muy sombrío en términos de multilateralismo”, añade.
151 Me gusta