Cuando uno cree que la naturaleza no puede sorprenderle más, un equipo japonés de investigadores descubre algo insólito: dos ejemplares de medusa peine (Mnemiopsis leidyi) pueden fusionarse fácilmente en un solo individuo si se encuentran heridos. En cuestión de horas, como si se tratara de una historia de ciencia ficción, sincronizan rápidamente sus contracciones musculares y fusionan sus tractos digestivos para compartir el alimento. No hay separación aparente entre ellos y la medusa resultante es capaz de sobrevivir al menos tres semanas.
Sincronizan rápidamente sus contracciones musculares y fusionan sus tractos digestivos para compartir el alimento.
«Nuestros hallazgos sugieren que los ctenóforos pueden carecer de un sistema de alorreconocimiento, que es la capacidad de distinguir entre uno mismo y los demás», afirma Kei Jokura, de la Universidad de Exeter (Reino Unido) y los Institutos Nacionales de Ciencias Naturales de Okazaki (Japón). «Los datos implican que dos individuos separados pueden fusionar rápidamente sus sistemas nerviosos y compartir potenciales de acción», añade. Sus resultados aparecen publicados este lunes en la revista ‘Current Biology’.
148 Me gusta