España es uno de esos países en los que casi siempre suele fallar algo. Bueno, debe ser algo inherente al ser humano, a decir verdad. El caso es que por h o por b las cosas acaban saliendo pero no como gustaría. Siempre hay un pero.
El sector energético, la Administración y el regulador tienen que trabajar unidos por el bien común del país.
Desde que escribo de energía hace más de 15 años aproximadamente, nunca llueve a gusto de todos en el sector energético. Siempre hay alguien al que no le gusta una normativa, o no le gusta lo que sea. Hay épocas en las que las cosas van mal (léase la reforma de 2012-2013 o la crisis energética recientemente vivida) en la que todo eran lloros, pero las cosas en este sector han cambiado y una decena de años después o mejor dicho, ahora, se atisban unos años de crecimiento importante.
118 Me gusta