Estado emocional y físico van unidos y el contacto con la naturaleza reporta sensaciones y emociones positivas. A corto plazo, los efectos son significativos, con reducciones en la fatiga y el estrés, así como incrementos en la activación, control emocional, estado de ánimo y autoeficacia.
A largo plazo, se observan mejoras en la percepción de la calidad de vida, del crecimiento personal, del sentido de coherencia y de la autoestima, así como una reducción en los niveles de estrés, depresión y soledad.
Un estudio científico vincula el bienestar emocional con la naturaleza.
Hoy se han presentado los resultados del estudio científico del programa «Actívate con la naturaleza», llevado a cabo por el grupo de investigación NAT (Nature-Activity-Therapy), de la Universitat Autònoma de Barcelona, por iniciativa del Área de Promoción de la Salud, Bienestar y Atención de las Personas de Dipsalut, el Organismo de Salud Pública de la Diputación de Girona.
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