El impuesto medioambiental que gravará la explotación de parques eólicos y fotovoltaicos en Aragón, justificado «por las afecciones e impactos ambientales y visuales sobre el medio natural y el territorio de la Comunidad Autónoma», podría estar listo en junio, tal y como señaló hace unos días el consejero de Hacienda y Función Pública del Gobierno de Aragón, Roberto Bermúdez de Castro. El nuevo tributo, de carácter retroactivo y con el que gobierno regional espera poder recaudar unos 30 millones de euros este año, se cobrará a trimestre vencido.
Ambas regiones han aprobado un nuevo impuesto, con carácter retroactivo, dirigido a aquellas instalaciones eólicas y fotovoltaicas que se instalen en sus territorios.
En el caso de las instalaciones eólicas, se tendrá en cuenta la potencia instalada y la altura de los molinos, de manera que cada aerogenerador pagará un fijo por la altura hasta un máximo y después una cantidad por cada metro de más. Además, hay un abono de 2.040 €/MW. En el caso de los parques fotovoltaicos, se computará por la superficie vallada, expresada en hectáreas, quedando exentos los proyectos de autoconsumo sin excedentes. Además, la cuota del impuesto será progresiva, yendo desde los 1.680 € hasta los 2.640 € por hectárea
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