Un núcleo de hielo ha aportado la primera evidencia directa de que la Antártida occidental se descongeló repentina y dramáticamente al final de la Última Edad del Hielo, hace unos 8.000 años. Estos datos proporcionan una visión alarmante de la rapidez con la que el hielo antártico podría derretirse y disparar el nivel del mar.
La aceleración del deshielo en la Antártida occidental es inevitable.
La muestra analizada registra un adelgazamiento de la capa de hielo en 450 metros que se produjo en poco menos de 200 años, un hecho sin precedentes. Los científicos están preocupados de que el aumento de las temperaturas actuales pueda desestabilizar partes de la capa de hielo de la Antártida occidental en el futuro, superando potencialmente un punto de inflexión e induciendo un colapso descontrolado. El nuevo estudio, publicado en Nature Geoscience, arroja luz sobre la rapidez con la que el hielo de la Antártida podría derretirse si las temperaturas continúan aumentando.
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