La energía eólica se ha convertido, de nuevo, en un compañero de viaje durante los desplazamientos veraniegos. Y se convierten en elemento de debate entre los viajeros, sobre todo, cuando están parados. Algunos aerogeneradores se paran porque no hay aire, otros porque se lo pide Red Eléctrica para no saturar el sistema e, incluso, algunos generan una electricidad que se vierte fuera de la red.
Un fenómeno de exceso de oferta en momentos puntuales que sorprende en meses de alza de precio.
Estas paradas forzadas y vertidos de la generación de la eólica se ha acentuado en el último mes de agosto, pese a que el precio de la electricidad subió un 6,2%. Un hecho que se produce porque hay sobreoferta en zonas y momentos concretos, donde la eólica es más barata de parar que otras tecnologías como el carbón o la nuclear.
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