El agua superficial de los océanos nunca había estado tan caliente. Esta semana, según el programa europeo Copernicus, la temperatura media de todos los océanos del mundo ha alcanzado los 20,96 °C, superando así el máximo histórico de 2016, que se situaba en los 20,95 grados.
Con una media de 20,96 °C, el agua superficial de los océanos supera la máxima histórica de 2016, situada una décima por debajo.
Esta primera semana de agosto supera, por tanto, la temperatura de los océanos de aquel año en el que El Niño estaba en su momento más álgido. Y es que este fenómeno, que se produce cuando las aguas más cálidas emergen a la superficie en la costa oeste de Latinoamérica, tiene la capacidad de alterar la temperatura acuática global.
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