La guerra por el agua vuelve a levantar a los agricultores de Alicante, Murcia y Almería, la denominada ‘huerta de Europa’ que exporta más del 65% de su producción hortofrutícola fuera de España. Los planes del Ministerio de Transición Ecológica que suponen limitar la aportación de agua del trasvase Tajo-Segura amenazan a alrededor del 50% de los cultivos de regadío en las comarcas de las tres provincias que tienen mayor dependencia de ese canal, según el sindicato Asaja Alicante.
«La hoja de ruta del Ministerio de Transición Ecológica es dejar el trasvase Tajo-Segura exclusivamente para abastecimiento humano» asegura Ramón Espinosa, secretario técnico de Asaja Alicante, que explica así los efectos del límite que se pretende implantar. El nuevo plan fija que el caudal ecológico mínimo se situará en 8,6 metros cúbicos por segundo en Aranjuez a partir de 2027, frente a los 6 metros cúbicos de caudal mínimo necesarios hasta ahora para autorizar el envío de agua.
La hoja de ruta del Ministerio de Transición Ecológica es dejar el trasvase Tajo-Segura exclusivamente para abastecimiento humano.
Una medida que según sus cálculos supondrá «un 50% menos de agua de regadío lo que implica el abandono del 50% de la superficie agraria útil en el caso del sur de Alicante que riega el trasvase», según Espinosa, que extrapola ese porcentaje también a Murcia y Almería. «Estamos hablando de la principal zona productora de frutas y hortalizas en fresco de Europa», subraya Espinosa, que además del perjuicio económico también destaca su impacto ambiental y social, por lo que supone la actividad agrícola para fijar población en estas comarcas.
La propia Confederación Hidrográfica del Segura ha cuantificado unas pérdidas anuales de 137 millones de euros solo en producción agrícola directa con el recorte previsto en el borrador del plan, además de un coste de 4.621 empleos agrarios. Sin embargo, para los sindicatos agrarios los daños serán muchos mayores.
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